Me encanta este corto. Ya lo había visto hace tiempo, pero me había olvidado de sus bonitos detalles. La "gran idea" no es tan inocente como puede parecer a primera vista. En realidad, muchos niños de los paises "desarrollados" serían más felices viviendo como nos apunta el padre de la protagonista.
En pocos días este blog está haciendo grandes progresos, con iniciativas muy originales y datos de interés (calendario, previsión del tiempo...)Me mantengo al corriente visitándolo a menudo y lo encuentro muy interesante. Confío en que seguirá siendo así y en que pronto serán muchos los adeptos.
Este corto tan especial nos lleva a reflexionar sobre lo importante que es la escuela, la gran riqueza y suerte que supone poder asistir a ella.Qué pena ver como la ninna no podía asistir por ser mujer y el padre, que representa una sociedad cerrada, se niega ante peticiones tan conmovedoras como la que hacen los ninnos. Somos afortunados por vivir en una sociedad que nos permite ir a la escuela y formarnos. Es nuestra obligación valorarla, respetarla y colaborar junto con los padres para que siga viva. Un saludo
Me ha encantado el corto. Si, somo muy aforturados de tener escuela para todos.Y además es obligatoria, y por tanto gratuita para que todos puedan ir y no haya padres que se nieguen a que sus hijos vayan. Pero ¿qué pasa si son los hijos los que no quieren ir? Y... ¿por qué no quieren ir? Yo desde mi situación de adulto y educador, entiendo perfectamente los beneficios que tiene la educación, pero no soy capaz de transmitir a todos los estudiantes, muchas veces desganados y apaticos, las razones por las que la escuela merece la pena. La belleza especial de alguien capaz de tener opinión, de expresarla, de saber donde encontrar información, de superarse, de trabajar por un mundo más justo..... se obtiene en la escuela. Esa belleza interior de alguien formado, no la obtenemos en la peluquería o en las grandes tiendas de moda, la obtenemos en la escuela. Por lo tanto, deberíamos conseguir dar argumentos para que no se la desprecie y se la valore justamente. La escuela debería dejar de ser una obligación, una imposición sino un deseo, un anhelo.
Me encanta este corto. Ya lo había visto hace tiempo, pero me había olvidado de sus bonitos detalles. La "gran idea" no es tan inocente como puede parecer a primera vista. En realidad, muchos niños de los paises "desarrollados" serían más felices viviendo como nos apunta el padre de la protagonista.
ResponderEliminarEnhora buena por tu iniciativa, me gusta mucho y estoy segura de que tendrás muchos seguidores en tu blog, yo la primera...
ResponderEliminarEn pocos días este blog está haciendo grandes progresos, con iniciativas muy originales y datos de interés (calendario, previsión del tiempo...)Me mantengo al corriente visitándolo a menudo y lo encuentro muy interesante. Confío en que seguirá siendo así y en que pronto serán muchos los adeptos.
ResponderEliminarEste corto tan especial nos lleva a reflexionar sobre lo importante que es la escuela, la gran riqueza y suerte que supone poder asistir a ella.Qué pena ver como la ninna no podía asistir por ser mujer y el padre, que representa una sociedad cerrada, se niega ante peticiones tan conmovedoras como la que hacen los ninnos.
ResponderEliminarSomos afortunados por vivir en una sociedad que nos permite ir a la escuela y formarnos.
Es nuestra obligación valorarla, respetarla y colaborar junto con los padres para que siga viva.
Un saludo
Me ha encantado el corto.
ResponderEliminarSi, somo muy aforturados de tener escuela para todos.Y además es obligatoria, y por tanto gratuita para que todos puedan ir y no haya padres que se nieguen a que sus hijos vayan. Pero ¿qué pasa si son los hijos los que no quieren ir? Y... ¿por qué no quieren ir?
Yo desde mi situación de adulto y educador, entiendo perfectamente los beneficios que tiene la educación, pero no soy capaz de transmitir a todos los estudiantes, muchas veces desganados y apaticos, las razones por las que la escuela merece la pena. La belleza especial de alguien capaz de tener opinión, de expresarla, de saber donde encontrar información, de superarse, de trabajar por un mundo más justo..... se obtiene en la escuela. Esa belleza interior de alguien formado, no la obtenemos en la peluquería o en las grandes tiendas de moda, la obtenemos en la escuela. Por lo tanto, deberíamos conseguir dar argumentos para que no se la desprecie y se la valore justamente. La escuela debería dejar de ser una obligación, una imposición sino un deseo, un anhelo.